viernes, 18 de enero de 2008

La Habana y sus calles

A raíz de un mensaje que me reenviara Miguel se me ocurrió incluir este comentario.
Mucha gente ha dedicado un pedacito de su arte a las calles de la capital de Cuba. En los años que viví en esa hermosa ciudad que me acogió como uno mas de sus hijos, tuve el privilegio y el placer de conocerla bastante bien. Mejor incluso que muchos de los habaneros con los que estudiaba en la Universidad de La Habana. Y es lógico porque es un fenómeno que suele repetirse en las grandes capitales. Sus habitantes no se preocupan mucho ni le dan el justo valor e importancia a lo que en ellas se encuentra. Miles de parisinos nunca han visitado la torre Eiffel así como mucho malasios nunca lo han hecho con las torres Petronas. Como yo no era de La Habana y estaba muy sorprendido por su belleza, en los primeros meses me dedique a recorrer sus calles, sus barrios y sus lugares como dice el conocidísimo tema de Gerardo Alfonso.
http://www.youtube.com/watch?v=RoR5azaNyfQ
Como el mejor modo de conocer una ciudad es caminando, camine mucho en las primeras semanas y al cabo de un mes ya conocía en orden el nombre de todas las calles desde la universidad hasta prado. Tomaba cada día cuando terminaba las clases San Lazaro abajo, todo malecón, San Rafael y siempre iba a parar a La Habana Vieja. Caminaba despacio mirando cada detalle de aquella ciudad que siempre había visto en fotos o en la televisión y aunque no sentía nada especial hacia ella puesto que no era la mía si reconocia su majestuosidad. Mientras caminaba recordaba siempre las palabras y sabios consejos de mi abuela que había estado en La Habana en reiteradas ocasiones: mira bien antes de cruzar las calles, en la habana vieja no camines cerca de los portales de las casas que se caen, etc, etc, etc.
He recibido un mensaje que contiene fotos y comentarios sobre algunas de las calles más conocidas de La Habana y me pareció interesante compartirlo. Aquí va y gracias a Miguel por el envío.

CALLES DE LA HABANA:

www.guije.com/pueblo/habana/calles/calle23/index.htm Calle 23

www.guije.com/pueblo/habana/calles/quinta/index.htm Quinta Avenida

www.guije.com/pueblo/habana/calles/linea/index.htm Línea

www.guije.com/pueblo/habana/calles/almendares/index.htm Almendares

www.guije.com/pueblo/habana/calles/calle26/index.htm Calle 26

www.guije.com/pueblo/habana/calles/ave26/index.htm Avenida 26

www.guije.com/pueblo/habana/calles/ave11/index.htm Avenida 11

www.guije.com/pueblo/habana/calles/presidentes/index.htm Avenida
de los Presidentes

www.guije.com/pueblo/habana/calles/rancho/index.htm Rancho Boyeros

www.guije.com/pueblo/habana/calles/monserrate/index.htm Monserrate

www.guije.com/pueblo/habana/calles/empedrado/index.htm Empedrado

www.guije.com/pueblo/habana/calles/puerto/index.htm Avenida del
Puerto

www.guije.com/pueblo/habana/calles/cuba/index.htm Calle Cuba

www.guije.com/pueblo/habana/calles/malecon/index.htm Malecón

www.guije.com/pueblo/habana/calles/reina/indexhtm Reina

www.guije.com/pueblo/habana/calles/carlos/index.htm Carlos III

www.guije.com/pueblo/habana/calles/ayestaran/index.htm Ayestarán

www.guije.com/pueblo/habana/calles/oficios/index.htm Oficios

www.guije.com/pueblo/habana/calles/egido/index.htm Egido

www.guije.com/pueblo/habana/calles/monte/index.htm Monte

www.guije.com/pueblo/habana/calles/porvenir/index.htm Porvenir

lunes, 14 de enero de 2008

Mi primera maleta, a sugerencia de mi amiga Yve



Allá por los años 80's tuve que comenzar una nueva etapa de mi vida estudiantil en las montañas del Escambray villaclareño. Elegí ir a hacer la secundaria básica en una ESBEC(Escuela Secundaria Básica en el Campo). Y digo elegí porque realmente fue mi decisión. Tenía la opción de hacer mis estudios secundarios en una ESBU(Escuela Secundaria Básica Urbana) pero el alumnado que iba a esa escuela no me agradaba mucho. Prefería la gente del campo, siempre mas auténtica y sencilla. Fue en aquella época que tuve mi primera "maleta", si es que a un cajón de madera no preciosa con un candado para tratar de protegerla, se puede llamar de esa manera. Era un niño cuando decidí separme de mi familia y dar el paso con mi maleta. Lo del candado, pura decoración ya que en la primera semana se fue del aire y abrieron la caja de seguridad y se llevaron todo. Así mismo, todo todito. Opté por dejarla abierta a partir de ese día. Quien haya estado en una beca en Cuba sabrá de lo que estoy hablando y no se asombrará en lo más mínimo. Maletas había allí de todos tipos, tamaños y materiales. Pero no vayan a representarse en su mente las marcas mas conocidas como Samsonite, Polo, Ralph Laurent, etc. Imagínense objetos artesanales en bruto y desagradables a la vista. Pero eso si, bien prácticos. Las maletas eran multiuso, o sea, servían para todo. Si ibas a merendar en tu habitación, a causa de la falta de muebles, utilizabas la maleta. Si tenías que esperar la guagua(autobús) de la escuela para ir o regresar a tu casa y estaba rota o no había gasolina como sucedía a menudo, pues te recostabas en tu maleta. Si estabas aburrido y querías matar el tiempo jugando cartas o dados, pues también lo hacías encima de la maleta. No había preocupación con aquellas maletas, porque ¿quién se la iba a robar, quién iba a cargar con aquella caja de muerto? Eso era impensable. Entonces no todo era negativo. Sabías que donde la dejaras allí iba a estar, claro podías quizás encontrarla vacía pero ella, la maleta no te dejaba ni te cambiaba por nadie. Solamente ella, sin nada dentro pesaba más que un matrimonio mal llevado como decía mi abuela. Y nosotros que en aquel tiempo no levantábamos ni tres cuartas del piso, teníamos que cargar con ella. Allí olvídense de las elementales reglas de cortesía de que un varón le iba a llevar la maleta a una niña. Nada de eso, cada uno con la suya porque nadie estaba para afectarse la columna. Pero a pesar de todo como uno se encuentra inmerso en ese mundo llega a creer que las únicas maletas que existen en él son esas ya que no tienes punto de comparación. Íbamos orgullosos con nuestras maletas cada domingo en la noche llenas de chucherías y regresábamos cada viernes en la tarde a la casa con ellas llenas de ropa sucia. Por suerte todos estos tiempos han quedado atrás y ahora las maletas que poseo son bien diferentes de aquellas, aunque debo confesar que no me arrepiento de haberlos vivido. Como las cosas van involucionando quien sabe si un día se regresa a las antiguas maletas. Si llegara a suceder ya estoy preparado y será mas fácil y menos traumático el cambio.