martes, 13 de octubre de 2009

El París del Oriente


Es increíble cuan diferentes pueden ser dos ciudades dentro de un mismo país. Ya lo había experimentado con Hanoi y Saigon pero ninguna de las dos captó mi atención ni logró cautivarme como lo hizo Shangai. El año antes pasado había visitado Beijing y lo más que me gustó fue el frío. Exagero, disfruté mucho la visita a la Gran Muralla y el simple hecho de caminar por las calles de China, país milenario, cultura rica y cargada de historia y aportes a la humanidad ; pero con la clarísima idea de que no viviría nunca allí. En cambio, un poquito más al sur no sabía lo que me deparba el destino : El París del Oriente ! No era mi idea de China ni mucho menos podía imaginar que en ese lugar me fuera a sentir tan bien al punto de no querer regresar a Bangkok. Pero esa es la vida con sus sorpresas que a veces nos sorprenden realmente.

Fui a Shangai a fines de junio a corregir exámenes escritos y a ejercer como tribunal(uninal porque era yo solo) para los orales de los estudiantes que ya se graduan de bachiller. Lo había hecho antes en Tokío, otra experiencia interesante para otra entrada del blog. En Shangai estuve solo seis días que me parecieron tres porque el tiempo se fue volando. Por qué será que cuando más estás disfrutando una cosa, el tiempo vuela y cuando no te gusta algo te parece que pasan siglos......no podrá ser de otra manera. Bueno no hay otra que aprovechar bien al máximo el tiempo lindo que nos toca vivir en esta vida llena de problemas, estrés, etc, etc......

Llegué a Shangai en plena epidemia de H1N1, no voy a decir fiebre mexicana porque a mis amigos de ese país no les gusta y los entiendo, bueno ya lo dije.....jejejeje. Así que a causa del virus estuve casi una hora en el avión cuando aterrizamos en el aeropuerto de Pudong ya que con una pistolita iban midiendo en la frente de cada pasajero la temperatura. Al parecer no había nadie con la gripe porque todo fue muy rápido. Una de mis colegas creo que estuvo esperando dentro del avión casi dos horas porque había algunos pasajeros con los síntomas de dicho virus.

Después de pasar los controles de emigración y aduana y las habituales preguntas y análisis de mi pasaporte cubano, salí y decidí tomar el tren supersónico que levita y que es uno de los pocos que existen en el mundo. Solo era un trayecto de 7 minutos pero para una vez que va uno a Shangai hay que aprovechar la novedad. De la estación donde me dejó el tren tomé un taxi hasta mi hotel que no estaba en el centro sino más cerca del colegio franco-alemán de Shangai. El taxista muy simpático hablaba inglés y aproveché para preguntarle varias cosas que quería y otras que me surgieron en el momento. El tráfico un poco pesado por los trabajos que hacen para albergar la Exposición Universal de 2010, aunque viniendo de Bangkok......no creo que haya alguien que se sorprenda con el tráfico de otra ciudad, pero he escuchado que hay peores. Como todo tiene su ventaja en esta vida, e incluso a las desventajas hay que aprender a verles el lado bueno, disfruté mucho el trayecto lento hasta el hotel porque pude ver el panorama de una ciudad moderna y con edificaciones distintivas. Además como iba cayendo la tarde tenía todo un toque mágico, siempre los atardeceres son agradables de contemplar y si es en una ciudad nueva, incluso desde un taxi puede tener su encanto.


El hotel una maravilla, merci a la AEFE ! Estaba cerca de la escuela y era de 5 estrellas, un verdadero lujo, acorde con el público, jejejeje. Sí, los profes que vamos a decidir sobre el futuro de los estudiantes tenemos que estar en condiciones óptimas paa ello. :) Al día siguiente de mi llegada fui directo al trabajo y estuve casi el día entero en funciones de trabajo. Era viernes y por tanto venía el fin de semana donde si iba a tener tiempo para recorrer la ciudad después de haber terminado lo que mi misión allí exigía.

Es muy agradable pasearse por las calles de Shangai, y aunque por cualquier parte puede ser bueno, yo preferí el barrio francés. Por mi relación ya casi histórica con los franceses, no sé; por el encanto que éstos tienen para todo lo que a decoración, buen gusto y savoir vivre se refiere, tal vez. Lo cierto es que esa zona de la ciudad puede ser maravillosa cuando se recorre al final de la tarde y en la noche. Las avenidas anchas, las residencias estilo años 50's, los árboles inmensos y que recuerdan los de Europa. A mi realmente me hizo recordar un paseo por los Campos Eliseos en París. Haciendo el recorrido pensé: si algún día vivo en Shangai será en esta zona.

Otro paseo a realizar es el del área cerca del río. Las flores, los edificios, los cafés, esa mezcla de modernidad con historia que es tan rica e interesante y a la vez única. Eso es esa ciudad para mí. Un conjunto de cosas juntas cuyo resultado final no puede causarnos otro efecto que admiración por ella. La torre de televisión o perla del Oriente, imponente y colorida, sobre todo de noche; el Jinmao con su arquitectura peculiar; el edificio de oficinas que está al lado que es único; en fin, muchas cosas que no se pueden resumir en un blog, hay que ir y vivirlas y si sienten lo mismo que he descrito, entonces tendrá esto mayor credibilidad, aunque no lo hago con ese espíritu pues yo sí lo sentí en realidad. Y como cada persona es un mundo y reacciona de manera diferente a iguales situaciones........espero por sus reacciones.......

2 comentarios:

juan ventosa dijo...

Mi querido amigo,

Esto que escribiste de tu viaje a China y en especial en Shangai, me gusto mucho.
Tenemos que volver a Asia por un tiempo para visitar tantos paises que no conocimos.
Tu que estas viajando seguido, debes compartir estas experiencias :)

Vietnamitas en Madrid dijo...

Os invitamos a descubrir la Torre Bitexco de Vietnam.
Un saludo
Vietnamitas en Madrid